Propuesta

Proponemos no solo la descentralización de la blockchain, sino también de la tecnología que implica su implementación. De esta manera, cada fundación podrá incorporarla sin depender de un tercero o entidad reguladora, eliminando así la posibilidad de censura por parte de estas plataformas.

Al democratizar el uso de la tecnología, las fundaciones serán las responsables directas de rendir cuentas a los donantes, lo que las obligará a actuar con transparencia y mantener su reputación mediante la presentación de pruebas del uso de los recursos si desean conservar a sus donantes o atraer nuevos.

La descentralización también aborda el problema de la adopción, ya que al permitir que cada fundación implemente su propio sistema, es posible crear mecanismos internos de gobernanza en los que los donantes puedan decidir a qué iniciativas destinar sus recursos, incluso en el caso de donaciones recurrentes.

Por último, consideramos necesaria la implementación de estrategias de fidelización de donantes para fortalecer su relación con las acciones de las fundaciones. Un ejemplo de esto es el New York Blood Center, que recompensa la continuidad en las donaciones de sangre con tarjetas de regalo, abriendo así una puerta a la colaboración entre organizaciones sin fines de lucro y empresas privadas.

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